domingo, 6 de octubre de 2013

Escenas clave

En toda obra de teatro hay momentos importantes para el desarrollo de la historia. Pues de eso es de lo que nos hemos ocupado este fin de semana. Pero esto supone un doble reto: por un lado es una escena más (hay que aprenderse el guión, hay que ver dónde se coloca cada uno, hay que cuadrar y encajar muchas cosas...), pero además hay que poner mucho de nuestra parte a la hora de la interpretación final para que al espectador le quede claro lo que se está contando y no se le pueda escapar ningún detalle.
IMG-20131005-WA0008Y mientras tanto, los que no están en escena aprovechan para pintar decorados (lo siento, seguimos sin poder enseñarlos... aunque tenemos muchísimas ganas de que los veáis), para practicar sus bailes, para aprender otros nuevos, para estudiar su papel, para probarse algún traje, para tomar medidas y hacer el atuendo de algún personaje, para tomar medidas del escenario o de los los telones... el caso es no parar quietos. Aunque siempre cabe la opción de sentarse en las butacas del público y mirar en silencio. Quizá aprendiendo de los demás, quizá contemplando la acción desde fuera para hacerse a la idea, quizá viendo cómo queda la escena desde la distancia para sugerir mejoras, para tranquilizar al que se siente raro sobre el escenario...
Aunque quizá lo que deberíamos contar es lo que se hace entre semana... que siempre contamos lo que vamos haciendo los sábados... De domingo a viernes los que formamos la Fundación La Semilla intentamos sacar adelante nuestra vida (unos trabajando, otros estudiando y otros intentando encontrar trabajo, que es la peor de las ocupaciones). Y en los ratos libres, como estar esperando el autobús o viajando en Cercanías o en Metro, aprovechamos para leer de nuevo el guión y estudiarnos nuestra parte; o llevamos puestos los cascos con la música de la obra y canturreamos para nuestros adentros; o quizá vamos pensando en un baile y se nos mueven los pies... y, en este caso, la gente que está sentada cerca de nosotros nos mira raro. Son unos momentos curiosos en los que, según la personalidad de cada uno, paras de mover los pies y haces como que no ha pasado nada, o algo desde dentro te dice que lo mejor sería explicarle a esa persona por qué a las 7 de la mañana vas moviendo los pies en el Metro... pero al final no lo haces.
Bailando
Si la próxima vez en la marquesina de un autobús, o en un vagón de Metro o en esa línea de Cercanías que coges todos los días ves a alguien sonriendo, con los cascos puestos y moviendo los pies con la mente perdida en algún lejano lugar... piensa que, quizá, te has cruzado con uno de nosotros. No nos mires raro, por favor. Piensa que es nuestra manera de aprovechar el tiempo y adelantar trabajo de sábado a sábado. Así  los ensayos nos cundirán más y el resultado será mucho mejor... lo importante es trabajar duro para ayudar a los proyectos, que ya empiezan a ser parte de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario